lunes, 15 de febrero de 2016

La Vida No Tiene Sentido Sin Amor

Ir sin amor por la vida es como ir al combate sin música, como emprender un viaje sin un libro, como ir por el mar sin estrella que nos oriente, ir en la vida desorientado; si tomamos el amor como una necesidad del alma sería por ejemplo: más importante que el comer o el dormir, ya que estas son simple necesidades del cuerpo aunque esto no signifique descuidar nuestro cuerpo

El amor en nuestra vidas es para tener sentido y para nuestro obrar. Es esta una necesidad del alma no del cuerpo y por ello es una necesidad que aunque parezca mentira, es más importante que el comer o dormir que son simples necesidades del cuerpo.

El amor es la respiración de nuestra alma y hemos sido creados por el Sumo Amor, para amar y ser amados, lo cual es una consecuencia lógica que así sea, puesto que el deseo de amar y de ser amados, también lo tiene el Señor. Él nos ama con un amor infinitamente mayor que el que podríamos imaginarnos, pues en Él, todo es ilimitado y Él desea de una forma ferviente que le correspondamos a su amor, amándole a Él. Y esto es así, porque no olvidemos que somos criaturas semejantes a Él.  Entonces Dios dijo: «Hagamos a los seres humanos a nuestra imagen, para que sean como nosotros y Luego Dios los bendijo… (Gn 1,26-28). Por lo tanto necesitamos amar y ser amados de la misma forma que Dios lo desea, porque Él no necesita nada, solo desea amar y ser amado, y de esa manera es que nosotros podremos sentir la plenitud del amor eterno, de adentro hacia afuera…
El amor, entre otras características propias de él, tiene la necesidad de sentirse correspondido, realmente es un característica de reciprocidad mutua, porque si amamos y no nos sentimos correspondidos, poco durará ese amor, un amor no correspondido es difícil que perdure, ya que somos de carne y hueso. Pero no podemos dejarnos influenciar por este concepto, hay que tender a ser como Dios nos creó, imitarle y Él es amor.

El Amor mutuo que el alma humana busca y puede sentir hacia su Creador. Aquí, todo el que ama, puede decir sin dudar, que es amado. Y el que desea amar, ya ama y por lo tanto es amado. Dios nos ama únicamente a fin de amar en nosotros, para amar a los demás…

Frase: “Ir sin amor por la vida es como ir al combate sin música, como emprender un viaje sin un libro, como ir por el mar sin estrella que nos oriente”.  Stendhal: 1783-1842. Seudónimo de Henri Beyle. Escritor francés del Siglo XIX.

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