Ir sin amor por
la vida es como ir al combate sin música, como emprender un viaje sin un libro,
como ir por el mar sin estrella que nos oriente, ir en la vida desorientado; si
tomamos el amor como una necesidad del alma sería por ejemplo: más importante
que el comer o el dormir, ya que estas son simple necesidades del cuerpo aunque
esto no signifique descuidar nuestro cuerpo
El amor en
nuestra vidas es para tener sentido y para nuestro obrar. Es esta una
necesidad del alma no del cuerpo y por ello es una necesidad que aunque parezca
mentira, es más importante que el comer o dormir que son simples necesidades
del cuerpo.
El amor es la
respiración de nuestra alma y hemos sido creados por el Sumo Amor, para amar y
ser amados, lo cual es una consecuencia lógica que así sea, puesto que el deseo
de amar y de ser amados, también lo tiene el Señor. Él nos ama con un amor
infinitamente mayor que el que podríamos imaginarnos, pues en Él, todo es
ilimitado y Él desea de una forma ferviente que le correspondamos a su amor,
amándole a Él. Y esto es así, porque no olvidemos que somos criaturas
semejantes a Él. Entonces Dios dijo: «Hagamos a los seres humanos a
nuestra imagen, para que sean como nosotros y Luego Dios los
bendijo… (Gn 1,26-28). Por lo tanto necesitamos amar y ser amados de la
misma forma que Dios lo desea, porque Él no necesita nada, solo desea amar y
ser amado, y de esa manera es que nosotros podremos sentir la plenitud del amor
eterno, de adentro hacia afuera…
El amor, entre
otras características propias de él, tiene la necesidad de sentirse
correspondido, realmente es un característica de reciprocidad mutua, porque si
amamos y no nos sentimos correspondidos, poco durará ese amor, un amor no
correspondido es difícil que perdure, ya que somos de carne y hueso. Pero no
podemos dejarnos influenciar por este concepto, hay que tender a ser como Dios
nos creó, imitarle y Él es amor.
El Amor mutuo que
el alma humana busca y puede sentir hacia su Creador. Aquí, todo el que ama,
puede decir sin dudar, que es amado. Y el que desea amar, ya ama y por lo tanto
es amado. Dios nos ama únicamente a fin de amar en nosotros, para amar a los
demás…
Frase: “Ir sin amor por la vida es como ir al combate sin
música, como emprender un viaje sin un libro, como ir por el mar sin estrella
que nos oriente”. Stendhal: 1783-1842. Seudónimo de Henri Beyle. Escritor
francés del Siglo XIX.
No hay comentarios:
Publicar un comentario